MAURICIO CEBALLOS

Knebworth Park, Inglaterra. 9 de agosto de 1986. Freddie Mercury se prepara vocalmente tras bambalinas, el estruendo de la multitud en espera de su ídolo pone la piel de gallina, minutos después se escuchan las primeras notas de 'One Vision', lo demás, es historia.

Después de la gran demanda de boletos para  la gira 'The Magic Tour' de la banda británica Queen, se decidió dar un concierto más, ¿el lugar? los enormes terrenos de una vieja mansión en Hertfordshire, Reino Unido. El escenario sería construido en medio del campo, un lugar gigantesco, tanto así, que fueron necesarias varias torres de bocinas especiales para que la gente que estuviera hasta atrás escuchara el concierto al mismo tiempo que los de enfrente, la enorme pantalla utilizada por primera vez en Wembley sería postrada en medio del escenario. Era algo inimaginable, a lo que Freddie llamaría 'The Queen Tornado'.

Oficialmente se registró una asistencia de 120,000 personas; sin embargo, las imágenes hacen suponer que hubo cerca de medio millón. Fue un glorioso día soleado y la gente comenzó a llegar cerca del atardecer, afortunados ellos ya que, al pasar el tiempo las largas filas de autos para llegar al venue provocaron un enorme tráfico catalogado por la policía como el peor en la historia británica. Para evitar este contratiempo, la banda se trasladó en helicóptero desde el helipuerto de Battersea, pagaron 3,000 libras para adornar la aeronave con la reconocible leyenda 'A Kind of Magic'. Volaron por encima de la multitud mostrando gran emoción ya que de acuerdo a ellos ésta fue su más grande audiencia. 

El concierto transcurrió como cualquier otro de la banda, la presencia de Freddie sobre el escenario era única, tenía al público en la palma de su mano. Al sonar los últimos acordes de 'God Save The Queen' la banda se despedía con un vocalista que pasaría a los anales de la historia como uno de los más grandes de Rock, todo normal; lo que nadie imaginó aquella noche, es que sería la última presentación en vivo de Mercury con Queen. 

Todos celebraron después del concierto como era costumbre, pero faltaba una persona...Freddie. Se retiró discretamente después del show tomado del brazo de su novio Jim Hutton y de su asistente personal Peter Freestone quien afirmó que esa no era el tipo de fiesta que le gustaba al cantante. De regreso a Battersea en el helicóptero, se le informó al cantante que uno se sus fans había muerto apuñalado durante la presentación del grupo. A la mañana siguiente los tabloides destacaban la mítica presentación de la banda, lo que animó un poco al Freddie aunque la muerte de su seguidor lo seguía afectando, pues el solo deseaba llevar felicidad con su música.

Durante el tour la banda rompió los récords de asistencia de todos los tiempos de Gran Bretaña lo que les generó una ganancia de 11 millones de libras en 26 conciertos en 11 ciudades europeas. Todo había salido según lo planeado, Queen y su equipo estaban satisfechos por lo logrado, sin embargo también sentían que era un buen momento para tomarse un descanso y separarse por un tiempo aún siendo los mejores amigos. El bajista John Deacon pasaba particularmente por un momento difícil y a punto de sufrir un colapso nervioso ya que al mismo tiempo se separaba de su esposa Veronica. Se volverían a reunir a mediados de 1987. 

Mercury había externado con anterioridad su molestia por tener que desenvolverse en escenarios cada vez más grandes, decía que ya no podía hacerlo más, se cansaba, lo que hace suponer que ya era portador del VIH, aunque se dice que fue diagnosticado hasta el año 87. Quizá esto último fue lo que impulsó al cantante a tomar la decisión de no volver a dar una presentación en vivo con la banda.

Freddie apareció públicamente por última vez con Queen durante la entrega de los Brit Awards en 1990, posteriormente se recluiría en su mansión donde fue atendido hasta su muerte un año y nueve meses después. 

Sin duda nunca sabremos cuál fue la causa real que llevó a Farrokh Bulsara a terminar con una era en cuanto a shows se refiere, lo cierto es que a 32 años de su última presentación, el mundo parece ponerlo en el pedestal más alto junto a un reducido número de artistas pertenecientes a la élite de rock.

Recordemos el show de despedida de Freddie Mercury con Queen un día como hoy de 1986.