Iba en la secundaria cuando mi tío me regaló Dookie. Para ese entonces (2005, me parece), ya era súper fan de Green Day, pero apenas los acababa de descubrir, pues antes de American Idiot no había escuchado de ellos, ese fue mi punto de partida para descubrirlos en retrospectiva.

Total, que mi tío sabía que estaba juntando sus discos, y esa fue su colaboración, nada menos que el más icónico hasta el momento, el clásico de los 90s que hasta él había escuchado cuando era más joven.

De inmediato me enganché con canciones como She, When I Come Around o Basketcase, pasaba las tardes escuchando el disco completo una y otra vez en mi grabadora, leyendo las letras, memorizándolas, y creo que por eso la música tuvo un papel tan importante para aprender inglés, porque quería cantarlas y entenderlas todas.

Yo crecí y Green Day creció conmigo... esos chicos de 22 años que a esas alturas ya tenían esposa e hijos -al menos un hijo, en el caso de Billie- habían logrado un disco que pasó a la historia, que se volvió estandarte del movimiento punk rock, ahora ya rayan en los 50 años... y siguen rockeando, pero a su modo.

Yo ya no voy en la secundaria, ya soy una mujer adulta con un trabajo, con deudas, con un crédito que pagar y una bebé en camino, que sigue identificándose con esos jovencitos que quisieron hacer algo, y recuerdo el momento en que Dookie llegó a mi vida, cuando yo no sabía nada del mundo y me sentía incomprendida y fuera de lugar.

Y eso pasó con miles de personas alrededor del mundo, todos crecimos junto con ellos pero Dookie sigue ahí, congelado en el tiempo, recordándonos que en algún punto no teníamos idea de hacia dónde iba nuestra vida y ellos tampoco, pero nos hacían más ligero el viaje.

Green Day acaba de tocar el disco completo en un show en España, merecido homenaje, así como interpretaron Basketcase en la última edición de los AMA's, mientras nos tienen en espera de su nuevo disco 'Father of all...' que verá la luz en febrero. Quizá ya no se escuchan como antes... pero ¿qué esperaban? Ya no tienen 20 años... y ustedes tampoco.