Su padre, Juan José Cerati trabajaba en el departamento contable de Esso y vivía junto a la madre de Gustavo, Lillian Clarke, en un pequeño departamento en Barrancas al sur de Buenos Aires. Lillian cuenta que cuando era un bebé, lloraba al escuchar los boleros de Antonio Prieto; siempre lo asoció al hecho que eso estaba escuchando durante las contracciones y al momento del parto. Para ella, Gustavo poseía un ‘reflejo animal’.

Durante su niñez dibujaba animales de la selva y cosas relacionadas al fútbol que después convertía en historietas. Junto a su hermana Estela protagonizaba shows en fiestas familiares; Gustavo salía con una escoba pequeña e intentaba cantar ‘Michel’ y cuando quería prender al público entonaba ‘Despeinada’ de Palito Ortega.

En su adolescencia le gustaba leer historietas de Superman, Flash y Tarzán. Él y su amigo de la cuadra crearon muchos superhéroes, entre ellos ‘Argos’, un hombre alado que volaba por las ciudades de noche.

Su primer instrumento fue un regalo sorpresa por parte de sus padres: una guitarra criolla. Aprendió los acordes tocando como zurdo, sin embargo, después tomó clases de guitarra con los chicos de su barrio y comenzó a tocar como diestro.

Con su primer banda, llamada Koala, tocaba funk y blues. La alternaba con otra banda que formó con los chicos de la parroquia. Con ellos creó un cover de ‘Blowing in the wind’ de Bob Dylan cambiando la letra por: “saber que vendrás, saber que estarás partiendo a los hombres tu pan”. Fue también con ellos donde compuso su primer canción, la cual tituló ‘Desértico’: “yo sé que todo el mundo está desértico, yo sé que sólo hay algo que es magnífico, ese algo es amor”.

Lo que siguió después en la vida de Cerati es una historia por demás conocida: junto a Zeta Bosio y Charly Alberti formarían la banda más importante del rock latinoamericano: Soda Stereo.

Hoy recordamos en su aniversario luctuoso a Gustavo Cerati con el tema ‘Cactus’.