ARANTXA ALVARADO

Freddie Mercury quedó catatónico por las muertes de algunos de sus ex amantes y de uno de sus amigos cercanos había fallecido de eso que en 1984 aún no se le conocía como VIH sida. Cuando el líder de Queen sospechó, decidió hacerse análisis y su resultado fue positivo, inmediatamente cambió su estilo de vida. Se encerró y adaptó su casa en Londres como clínica, hogar y estudio para seguir componiendo canciones. Él quería dejar varias canciones preparadas para la banda pues sabía que no dudaría mucho en ese estado.

Según el asistente de Freddie, Peter Freestone, en 1987 Freddie le expresó que padecía de sida y al menos a él le dijo que nunca jamás volverían a tratar del tema. Tres años más tarde, los miembros de la banda se enteraron por palabras del mismo Freddie y finalmente su familia supo de su enfermedad y los detalles de la misma hasta su último año de vida.

Lamentablemente los familiares y amigos de Freddie supieron los detalles del tratamiento cuando su sistema inmunológico estaba casi destruido. En sus últimos meses su chef personal junto con Freestone aprendieron a cómo suministrarle el medicamento en el catéter central que ya tenía insertado. Incluso los doctores creyeron que no sobreviviría a los shows navideños de 1989.

Mercury siempre estuvo consciente de su enfermedad y nunca se deprimió por eso. El progreso de su enfermedad provocó sus pocas apariciones públicas, esto alimentó a los medios de rumores e incluso chismes. Fue hasta el 23 de noviembre del 1991 que Freddie llamó a su manager Jim Beach para que le ayudara a escribir lo que fue su anuncio al mundo acerca de su enfermedad. La mañana del 24 de noviembre, luego de una noche pesada, sus amigos Elton John y Dave Clark lo fueron a visitar pero unas horas después Freddie falleció.