LIVIER MURILLO

Björk, la artista originaria de Islandia, que parece trascender su edad biológica al seguir vigente y levantar polémica con cada estreno de material, es una de las más importantes del mundo.  

Nacida en Reykjavik, Islandia el 21 de noviembre de 1965. Estudió piano desde la infancia y fue catalogada como una niña prodigio por sus habilidades instrumentales; en un inicio su carrera comenzaba con aires de seguir el corte clásico o de conservatorio sin embargo en su adolescencia dio un golpe de timón y se enfocó al género punk.

De apariencia pequeña y peculiar arranca con el proyecto Exodus de donde saldría la alineación original de Sugarcubes banda que en la década de los años 90s se convertiría rápidamente en material de culto para gran parte de Europa.

En 1993 rompe con Sugarcubes y lanza su primer disco solista ´Debut´ de la mano del productor de los ya consagrados Massive Attack; de esta placa se extrae el sencillo  “Violently Happy” que posiciona al álbum en el tercer puesto de ventas en el Reino Unido y lo lleva a conseguir disco de platino en Estados Unidos y un Brit Award y con ello “occidentalizar” su música.

Si bien la carrera de Bjork es trascendental desde antes de su proyecto solista, la obra plástica y artes visuales que acompaña su trayectoria como vocal le dio más peso y mayor reconocimiento a nivel global.

Al igual su ecléctica música su estilo y propuesta visual de vestuario es única y genera gran expectativa, Bjork dedica la mita de su trabajo en elegir su siempre polémica imagen para ir acorde a la música que la acompaña.

Además la faceta  histriónica de la cantante es notable ya que tras un par de apariciones en cintas independientes en 1999 el director danés Lars von Trier pide a la cantante realizar y producir  la banda sonora de su próxima película “Dancer in the Dark” que al final terminaría protagonizando y ganando por ese papel la Palma de Oro.