MARTIN MELLINO
Supergrupos hay muchos. Pero ante un rápido y ligero conteo, los primeros que se nos vienen a la mente son los Traveling Wilburys (George Harrison, Roy Orbison, Jeff Lynne, Tom Petty y Bob Dylan), Audioslave (Chris Cornell y Tom Morello) y Them Crooked Vultures (Josh Homme, Dave Grohl y John Paul Jones). Quizás el último supergrupo en ver la luz fue Atoms for Peace, formado por Thom Yorke (Radiohead) junto a su productor de cabecera, Nigel Goldrich, Flea (RHCP), Joey Waronker (ex R.E.M.) y el percusionista brasilero Mauro Refosco.
Atoms for Peace nació en 2009 como la banda de apoyo para la presentación en vivo de ‘The Eraser’, primer disco solista del líder de Radiohead. Obviamente, entre show y show empezaron a componer canciones originales, que entre Yorke y Nigel Godrich fueron retocando durante tres años hasta su edición.
En ‘Amok’ no vamos a escuchar nada parecido a los primeros discos de Radiohead. Ni a los últimos. La presencia de Flea tampoco trae el funk típico de los Peppers. Experimentación sea quizás la palabra que mejor encuadre con el sonido del álbum. Thom Yorke no para de experimentar. Ni de renovarse. Ni de reinventarse. Esto es diferente a todo lo que ha realizado. Aunque se le puede encontrar cierta familiaridad a ‘The Eraser’, aunque sea un parentesco lejano.
‘ Amok’ nos trajo nueve canciones en algo menos de 45 minutos. Más allá de que son nueve joyas que cualquier artista hubiese querido escribir, hay un par de puntos altos. ‘Before Your Very Eyes...’ es el tema que abre el disco y es una verdadera maravilla, donde el falsete de Thom Yorke viaja sobre una base afro y nos encanta y nos envía a otra dimensión.
El punto más alto de ‘Amok’ es ‘Judge, Jury and Executioner’, titulada como el nombre alterno de ‘Myxomatosis (‘Hail to the Thief’). El trabajo vocal (cuando no) de Thom Yorke lleva el tema a través de distintos ambientes. Un tema siniestro, misterioso, simplemente maravilloso.
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