ADALIA CONTRERAS

(Twitter: @aj_conti)

El rol de la mujer en la música ha sido muy variado, desde servir de musas de canciones hasta ser interpretes de melodías que a través de los años se han convertido en himnos. Sin embargo, en el Rock ha tenido un desarrollo especial, marcado por el rompimiento de estereotipos y paradigmas.

Las mujeres no tuvieron tanta presencia en los escenarios durante el origen del Rock de los años 50s, pero fueron grandes impulsoras de este tipo de música al apoyar y ayudar a la popularidad de los artistas que experimentaban con un estilo que comenzaba a desarrollarse.

A mediados de los 60, Aretha Franklin, se consolidó como estrella femenina del soul, y se transformó en figura de los movimientos que marcaron la década: racial y de liberación femenina. Al mismo tiempo, la potente voz, el poder de interpretación y la actitud libre de Janis Joplin, hicieron de ella una leyenda del rock y una pionera para permitir una mayor presencia femenina en éste tipo de música.

Durante los años 70, figuras como Tina Turner, Suzi Quatro, Stevie Nicks,de Fleetwook Mac, Ann y Nancy Wilson de Heart, Debbie Harry de Blondie, Joan Jett, Cherrie Curie y Lita Ford de The Runaways, entre otras, se encargaron de demostrar que no importaba su edad, origen o estilo, las mujeres se abrían camino en el rock, poco a poco cimentaron su lugar en la historia.

Durante los 80s y 90s, Pat Benatar, Kim Deal, Courtney Love, Kim Deal, Alanis Morrisette, Dolores O’Riordan, Shirley Mansony D’arcy Wretzki, Patti Smith y Kim Gordon, entre otras, sin importar si su carrera era solista o eran miembros de una banda, llenaron al Rock de una variedad de sonidos y estilos que ayudaron a su evolución y diversificación.

Actualmente, las mujeres se involucran en todos los aspectos de la música: composición, producción, interpretación, distribución, logística de eventos, etcétera, y afortunadamente, su importancia en ella es reconocida y aplaudida por todos.