FELIPE SANCHEZ

(Twitter: @digafeli)

A finales de los años 70 en Manchester, cinco mentes creativas lideradas por Tony Wilson idearon una discográfica, Factory Records. Produjeron tres bandas clásicas, Joy Division, New Order y Happy Mondays y el primer superclub de Gran Bretaña, The Haçienda. Infuenciaron a toda una generación y entre 1979 y 1992, fueron pioneros a la hora de hacer música de manera independiente.

El principal fundador, Tony Wilson, era un presentador en Granada TV, el principal medio de comunicación en Manchester en esa época, quién al final tuvo la oportunidad de realizar un programa de música en el cual presentaría a las novedades musicales de la ciudad.

De hecho, fue en 1976 en el debut de los Sex Pistols en Manchester donde todo comenzó. Varios de los actores más importantes en la escena musical manchesteriana fueron la audiencia del pequeño evento: Tony Wilson, Martin Hannett futuro productor de Joy Division, Bernard Summer y Peter hook de New Order y la banda de Ian Curtis, Mick Hucknall de Simply Red y Morrisey.

La era del punk en la que todo se valía y existía la filosofía DIY “Do it Yourself”, ayudó a gestar movimientos musicales en los cuales el tema recurrente era la inconformidad y la rebeldía.

Wilson y el programa musical del que era host, ‘So It Goes’, presentaba a los grupos exponentes del punk así como aquéllos que nacían cobijados bajo la influencia de éste género. El programa fue una exposición de talentos y por lo tanto Wilson creyó oportuno el crear una disquera independiente que distribuyera la música de completos desconocidos que valían más por su talento que por lo rentables que pudieran ser.

Con esa filosofía nació Factory Records. Los artistas eran dueños absolutos de su repertorio musical, Factory simplemente se encargaba de producir, diseñas, distribuir y difundir su talento.

Una de las primeras bandas en firmar con Factory y que logró captar la atención del reino británico fue Joy Division. Su sonido post-punk definió al género como tal. El LP ‘Unknown Pleasures’ fue la primera producción formal de Factory a mitad de 1979.

Posterior a la muerte de Ian Curtis, vocalista de Joy Division, sus integrantes crearon New Order y se convirtieron en la banda más importante en el catálogo de Factory. Su canción ‘Blue Monday’ fue un hit mundial, y es por esto que decidieron abrir un club llamado ‘The Hacienda’, que abrió sus puertas en 1982 donde tocaban los principales miembros del sello y que se transformó en un mítico lugar de baile en Manchester.

En 1985, la banda Happy Mondays firmó con Factory Records, banda que después se convertiría en el éxito y muerte del sello, pues gastaron más en la grabación de su disco que lo que la disquera tenía realmente de liquidez.

Para 1992 la situación financiera era inviable y London Records absorbió a la compañía declarándose el fin de unos de los sellos más importantes del Reino Unido.