FELIPE SÁNCHEZ

(Twitter: @digafeli)

En medio del auge del grunge, la electrónica y pop adolescente en las radios estadounidenses de los años 90, Tortoise se preocupaba de otros sonidos. Los oriundos de Chicago supieron adelantarse a la caída de la música de guitarras tradicional, y como parte de la escena post rock norteamericana, sus intereses no vinieron del punk o el rock, sino del jazz, la electrónica alemana, el minimalismo, y la ausencia casi total de letras. 

Así, durante un cuarto de siglo, el conjunto estadounidense ha dado vida a una de las bandas más difíciles de categorizar dentro de un solo género en la música popular, con melodías siempre marcadas por la improvisación y la vanguardia.

Debutaron discográficamente en 1993 cuando editaron el EP ‘Mosquito’. Y al año siguiente lanzan su primer disco homónimo ‘Tortoise’, logrando lentamente la atención de la prensa especializada, tanto por su sonido y por su inusual instrumentación: dos bajos, 2 baterías, vibráfono, xilófono y marimbas, además de guitarra y sintetizadores. Ya a esas alturas su guitarrista John McEntire se había transformado en el líder de la banda, siendo el ingeniero en la grabación y el encargado de las mezclas.

En 1996, con la llegada de David Pajo, ex-bajista de Slint (precursores también del post-rock), Tortoise da un nuevo giro, editando quizás sus 3 placas más respetadas e icónicas de su carrera. Lanzan ese año ‘Millions Now Living Will Never Die’, una mezcla de rock, jazz y electrónica. Su tema inicial ‘Djed’, de 20 minutos de duración, fue catalogado como uno de los mejores de ese año y el disco estuvo en todas las listas de fin de año, lanzando a la banda definitivamente a la fama.

Para Tortoise, la consolidación de su sonido vino con su álbum ‘TNT’, de 1998. El krautrock alemán, el dub y el jazz proveniente de la prominente escena de Chicago, hicieron de este trabajo uno de los más logrados por la banda. La inclusión de Jeff Parker, muy ligado al sonido jazz, le dio todo un nuevo aire a la agrupación.  

El nuevo milenio trajo la búsqueda de nuevas mezclas para la banda. ‘Standards’, de 2001, se alejó del easy-listening y de las melodías ensoñadoras de su álbum anterior, y se concentró más en la distorsión de sus guitarras, experimentación electrónica y reduciendo los tiempos de desarrollo de los temas pero ganando en precisión de los mismos.

Durante esa década, Tortoise editó 3 trabajos más: ‘It´s All Around You’ de 2004, ‘The Brave and the Bold’, un álbum de covers de 2006 y que contó con la colaboración de Bonnie Prince Billy, y ‘Beacons of Ancestorship’ de 2009, donde suenan más electros y sintéticos que nunca. Todos manteniendo el equilibrio del grupo y consolidando un sonido propio y auténtico pero no logrando el éxito de los álbumes anteriores. Además, sacaron un box set llamado ‘A Lazarus Taxon’ que contenía un CD doble de sencillos y remezclas, un tercer CD expandido de su disco de remezclas de 1995 ‘Rythms, Resolutions & Clusters’ y finalmente un DVD de videos y actuaciones en vivo.

Después de todo ese material editado y de interminables giras, Tortoise decidió tomarse un descanso. Muchos de sus integrantes siguieron proyectos paralelos y tuvieron que pasar 7 años para el regreso de la banda. A principios de 2016 editan ‘The Catastrophist’, su noveno y último disco a la fecha. Aquí hay un retorno a los instrumentos acústicos (notablemente las baterías), pero ahora prefieren recrearse en la faceta melódica y electrónica que mostraron en ‘It’s All Around You’, con un importante peso de los sintetizadores, algo que se muestra en el single ‘Ox Duke’. A esto se suma una novedad: la inclusión de voces en 2 temas del álbum. ‘Rock On’, un cover de David Essex, y ‘Yonder Blue’, cantada magistralmente por Georgia Hubley de la banda Yo La Tengo.

Casi 25 años de carrera donde la vanguardia, experimentación y la mezcla de melodías, ritmos e instrumentos han llevado a Tortoise a la cima musical, creando un nuevo estilo, llamado por algunos, post-rock.