ERNESTO PARTIDA

Llega el día 4 y ya la gente se ve un poco agotada, tanto por el calor que eleva su temperatura a los 34 grados como por los tres días anteriores de festival. 

Este domingo fue el día que menos se vendió de los cuatro, pero no por eso fue el menos sorprendente.

El día inició desde temprano con Superorganism, una de las bandas promesa y que estarán presentes en el Corona Capital de este año. La banda liderada por Orono Noguchi demostraron la calidad de su música con éxitos como ‘Everybody Wants To Be Famous’ y ‘Something On Your M.I.N.D.’, haciendo notar la psicodelia que invade el grupo.

Llegó el turno a The Vaccines, quienes liderados por Justin Young, nos recordaron esas épocas de la década pasada, llegando a sonar un poco como Kaiser Chiefs o The Fratellis, pero con un estilo propio característico de la banda londinense. Canciones como ‘Your Love Is My Favourite Band’, ‘Post Break-Up Sex’ y ‘I Can’t Quit’, demostraron la calidad de los británicos.

Uno de los actos que más llamó la atención fue Knox Fortune. El cantante y productor de Chicago se ganó al público con una enérgica presentación, acompañada de un cover de ‘Everybody Wants To  Rule The World’ de Tears For Fears y por supuesto, ‘All Night’, con la cual todos esperábamos la asistencia de Chance The Rapper, la cual nunca llegó, pero la ilusión es lo que cuenta.

Actos como Lykke Li y Manchester Orchestra, sonaron en los escenarios del sur de parque, con un público algo agotado que ya veía a sus artistas sentado en el pasto, pero con la energía necesaria para aguantar las últimas 4 horas del festival.

Llegó la mejor parte del día, iniciando con Portugal, The Man en el escenario principal. Con un intro a cargo de Beavis y Butthead, los autodenominados “Reyes de Portland” comenzaron con covers de Metallica y de Pink Floyd a prender a un público en su mayoría mayor de 25 años. Por supuesto no podían faltar éxitos como ‘Modern Jesus’ y ‘Feel It Still’ con la que cerraron su participación.

Chromeo llegó para hacer bailar a los pocos que quedábamos de pie en el Lake Shore, con una acostumbrada presentación llena de energía, pero con un público un poco agotado. ‘Juice’, ‘Night By Night’, ‘Bedroom Calling’ y ‘Must’ve Been’ nos demostraron la razón de los canadienses de ser uno de los mejores dúos musicales de la actualidad.

El encargado de cerrar el escenario principal fue Jack White, quien tocó tanto canciones de su etapa solista como éxitos de su antigua banda The White Stripes. ‘Fell In Love With A Girl’ y ‘Seven Nation Army’ cerraron el set del vocalista de The Raconteurs.

Del otro lado del parque, fue el dúo electrónico Odesza quienes se encargaron de cerrar el festival, demostrando el porqué son headliners en los festivales más importantes del mundo. Luces, beats y fuegos artificiales, fueron parte del cierre espectacular a cargo de los originarios de Seattle.

Así cierra uno de los festivales más importantes del mundo, en el cual la organización, puntualidad y seguridad son los pilares de la realización del mismo.