Recientemente, una de mis bandas favoritas, y seguramente de muchos de esta generación, LCD Soundsystem, regreso a los escenarios. La banda que hace tan solo cinco años había prometido no regresar; y hasta lanzo un documental explicando y expresando el sentimiento. Un documental que recuerdo haberlo visto con mucho pesar, pensando en el fin de una época, de una gran banda. James Murphy, el vocalista, hablaba de cómo se sentía ya muy 'adulto' para seguir con ese estilo de vida.  Era reflexivo, era nostálgico, era como se me invitara a dar el siguiente paso en mi vida y reconocer que todo llega a su fin. Incluso los buenos del tiempo del rock.

Cinco años después estamos aquí, y francamente no siento que he cambiado mucho desde ese 2011. La promesa de nunca regresar se vuelve cada vez menos creíble, mucho más breve en desmeritarla. Hay cantidad de bandas que se separan cada año. Desde los amigos que decidieron mejor dedicarse a sus carreras y formar familias, hasta leyendas con carreras brillantes y exitosas.

Cuando Soda Stereo se separó en 1997 yo tenía catorce años de edad. Al mismo tiempo que descubría la que sería mi banda favorita, se estaban separando. Pasaron diez años para que se anunciara el regreso de Soda. Una década que representó muchos cambios en mi vida. A su regreso yo ya era otra persona, con algo de nostalgia por esa adolescencia, más sabiduría tal vez, pero sobre todo, era como si volviera a descubrirlos por primera vez. 

Once años pasaron para la reunión de Pixies y otros diez para que se reuniera At The Drive-In. A ambos tuve la oportunidad de verlos en vivo. Y en ambos casos fueron una de esas bandas que pensé que jamás me habría de ver tocar. Y regresaron con todo. Recuerdo la energía de los shows, el volumen de las canciones. Definitivamente éramos distintos los fans. No creo que siquiera quienes los vieron anteriormente podrían negar que habían cambiado. 

Por otro lado existen las bandas que nunca (al menos eso espero) veremos reunirse, como Talking Heads, The Smiths, Mecano. Tengo un profundo respeto por las bandas que cumplen su palabra. Claro que me encantaría bailar 'Once In A Lifetime' en vivo alguna vez en mi vida, pero ¿qué se le pediría a un artista como David Byrne de Talking Heads? Es solista, es escritor, es crítico. Me parece que son mentes creativas que en verdad sienten la necesidad de buscar algo más, jamás están quietos. Hay que admirar que no ceden ante la tentación del dinero. Porque finalmente de eso se trata todo.

Charly García nunca lo negó cuando regreso Seru Giran. Es cuestión de llegarles al precio. O quizá lo era. Las bandas ahora lo usan como estrategia de mercado. No me parece que cinco años sean suficientes para realmente experimentar un cambio. Ahora bandas como PXNDX están separándose, haciendo giras de despedida, cuando claramente van a regresar.

No tengo nada en contra del genero, pero sí de la estrategia. Me resulta ofensiva para los fans. Es básicamente una mentira. No puedo decir que me moleste por el regreso de LCD Soundsystem. No porque me encanta la música de James Murphy, pero sí creo que la credibilidad artística queda comprometida.

Son tiempos en los que no se trata de esperar con ansias el regreso de un artista amado, sino apostarle a cuantos años realmente estarán separados. Si ya no soportan a sus compañeros de banda, las desveladas, los tragos o los fans, sería mejor darse un descanso, a resolverlo con un discurso que ya nadie volverá a creer.