No soy una persona muy moderada, lo reconozco.  Cuando tomo algo suelo llevarlo al extremo. El ultimo año me he dejado llevar por todo lo que se ha dicho con respecto a la elecciones norteamericanas.  Desde las ofensas del ahora presidente y líder del “mundo libre,” el Sr. Trump hasta las respuestas de todos los diversos grupos sociales y esos amigos que siempre tienen una opinión en las redes sociales.  Me embriague en la información.  Y de la misma manera que te levantas después de una noche de mucho beber, esta mañana me he levantado con una tremenda cruda política.  Como si mi cuerpo y mi mente de pronto se dieran cuenta que fue un  exceso, hable demás, tome demás. Como practica, cuando me levanto con una resaca suelo poner algo de música para levantarme el animo.  

Existe tanta información política allá afuera.  Puede o puede no interesarnos lo que digan o se diga de estos personajes políticos.  Podríamos sumergirnos en un mar de información distribuido en videos cortos, comentaristas de la radio y televisión, tweets, algunas publicaciones, en fin todo esta allá afuera.  Puedes ir a un concierto sin ninguna predisposición a lo político y escucharas el mensaje de la banda o el vocalista en cuestión.  Se escuchara en ese  intermedio necesario para afinar instrumentos y revisar que el show vaya saliendo acorde. Nadie se salva, la información esta allá afuera y esta clamando nuestra atención.   Incluso cuando se trata de un país ajeno.  

Pienso en el concierto de Roger Waters y su discurso en pleno zócalo.  Pienso en las marchas en México reclamando a los desaparecidos al son de canticos y tamborazos. Pienso en la opiniones  de figuras publicas, de comediantes, youtubers, músicos, periodistas y mis propios tweets con  ambiciones que quieren ir mas allá de mis posibilidades y conocimiento.  Es como un espejo al  que le hablamos todos.  Algunos tienen puntos de vista bien cimentados, algunos vale la pena  escuchar, algunos nomas estamos enamorados de nuestras propias voces.  Como sea, todo se  acumula.  Todo se siente como si hubiera sido simplemente demasiado. Pero como toda resaca, tiene que pasar.  La mente se aclara, las noticias pasan de moda.  Y  pasan mas rápido de lo que seria suficiente tiempo para que la mayoría de nosotros sepamos lo  que realmente nos sacudió.   Pronto seguiremos a otro político altanero que tendrá alguna manera crear controversia.  Y aun así, reflexiono en el valor de nuestra participación política. 

Así que si para elegir una canción para esta resaca política me iré con “Us and them” de Pink  Floyd.  Si, de todas estas voces Roger Waters atino al sentimiento correcto, creo yo. Lo hizo hace varios años ya.  Y es acorde que la canción sea en ingles.  Si bien se trata de ésta otra nación la  que tuvo elecciones.  En las palabras del Sr. Waters: there is no Us and Them .  No existe ese ellos y nosotros.  

Habra que reposar la mente.  Tratare de no hablar demás.  Seguiremos formando parte de la vida política, voluntaria o involuntariamente.  Las cosas van a estar bien, mientras seamos vigilantes.  Afortunadamente siempre habrá música que acompañe a la resaca, y a la política también.