Inspirado en las obras del reconocido trío Soda Stereo, la compañía circense Cirque Du Soleil estrenó en Argentina uno de los espectáculos más esperados del momento.

Hay fenómenos que dejan sus huellas en la historia de la música y, Soda Stereo es un claro ejemplo. El conjunto integrado por Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti logró alcanzar una escala de rock poco antes vista y su éxito perdura hasta el presente, pese a su separación definitiva en el año 2007.

Por estas razones, el pasado 9 de marzo el Cirque du Soleil –en coproducción con la compañía Pop Art Music- dio comienzo al homenaje Sép7imo Día: No Descansaré con un estadio Luna Park colmado de gente.

Los minutos pasaban y el fervor de los fans comenzaba a intensificarse. Las luces se apagaron repentinamente y todo indicaba que una experiencia inigualable estaba a punto de empezar. Segundos después, una voz en off anunció: “a veces en la vida se dan esos encuentros mágicos entre dos personas, pero también entre una banda y su público…. Juntos no tienen límites… Y el amor que comparten es eterno”. Un mensaje directo al corazón.

Desde el centro del estadio, un joven enjaulado apareció para causar el alboroto de los espectadores y dar vida a un despliegue escenográfico de lujo. El personaje representaba a un adolescente de 15 años con sed de vivir, que transitaba una edad marcada por el naciente devoción a un conjunto, con la que generaría un lazo de unión para el resto de su vida. Así, las melodías comenzaron a sonar y un inolvidable universo no paró de brillar.

Por su parte, los acróbatas se apropiaron de la escena al demostrar sus destrezas tanto por aire, tierra y agua. Los videos de los viejos recitales de la banda Argentina se apoderaron de la gran pantalla e inundaron de nostalgia a los miles de fanáticos, entre los que se encontraban familias enteras atravesadas por los sentimientos de unión y adoración.

Bajo el lema “la música es más fuerte que la muerte”, el espectáculo hizo del pasado un tiempo presente. Los hits inundaron las almas de inagotables momentos y recuerdos. Así, el paso de los años se hizo carente de significado y dejó al descubierto, una vez más, que la pasión es más fuerte que todo. Soda Stereo está más viva que nunca.