Partiendo de que la noche es una de mis favoritas, sobre todo cuando hay buena compañía, lugares a los cuales ir y por supuesto amigos con los cuales compartir, y es que si vienen pensando que la compañía son las personas con las que vamos se equivocan, ya que las personas que tengamos a un lado son tan relativas como la música que escuchamos en ese momento.

No podrán decirme lo contrario, porque, por ejemplo, para bailar sólo necesitas buena música, eso te lleva a otro mood, te provoca querer mover el esqueleto, corear las canciones o mejor aún tratar de poner la palabra en el punto exacto antes de que el cantante te gane e inicie la otra, por que hay unos que parecen metralla dora diciendo 100 palabras por segundo, o por atención a la canción cambian el sonido de una palabra y así uno inocentemente solo repites una palabra inexistente para sentirse el mejor cantante del mundo.

Sean honestos, que tire la primera piedra quien no ha cantado una canción en otro idioma inventando palabras (si no me creen, chequen la letra de su canción favorita).

Regresando al tema de la salida, si te transportas a ese momento de la noche donde en algún lugar solo o con personas a lado escuchaste una canción y fue todo lo necesario para gozar del momento pensando una frase como "¡Qué buen mood traigo!", llegar al momento en que cierras los ojos para lograr unirte con el bit o la letra de la canción,.. ¡Ah verdad! Sí, a eso me refiero.

Podría citar miles de ejemplos, como el tener Headphones On! Y es que ahí sí, donde sea que estés entre una multitud o a oscuras en tu cama, haces posible ese mundo paralelo donde nada más importa que la rola que rebota en tus sentidos. 

Haciendo con estos ejemplos alusión a nuestra mejor compañía, que sin juzgarte está en cualquier momento de tu vida, llevándote de la mano por las emociones necesarias para cambiar esos malos momentos.