Ir a un concierto es algo que hay que hacer en la vida, sí o sí, independientemente de la música o del género, esa magia que proporciona una canción, que nos hace recordar, que nos hace sentir, es la que hace que uno como seguidor de un artista pague una boleta para ir a un recital. Ahora, juntemos varios días de música, amigos y experiencias en un solo lugar: un festival.

Hace unas cuantas décadas, los festivales de música fueron casi cultos en los que se profesaba un pensamiento, un estilo de vida o una doctrina a partir de la música. Hablemos de Woodstock 1969, primera vez que se hacía un evento con estas características, con bandas y solistas del momento, un mensaje de paz y amor, repudio por la guerra y el movimiento hippie en su máxima expresión; fueron tres días llenos de sexo, drogas y Rock & Roll, literalmente hablando. 

Ahora bien, hablemos de lo que es un festival musical hoy en el mundo. Hace algunas semanas se llevó a cabo el conocido festival Coachella, en Indio, California, EU, Lollapalooza Chile y Argentina, y próximamente llegará Rock In Rio en Las Vegas y Brasil, Glastonbury en Reino Unido; y en mi país, Colombia, no nos quedamos atrás, ya que vivimos Estereo Picnic con artistas como Jack White, Kings Of Leon, The Kooks y más. 

En medio de Coachella, se publicó en el portal de internet de la BBC un artículo que se titulaba 'Coachella, el festival que arruinaron los niños ricos y los famosos', el cual, en general, hace referencia a la presencia de gente adinerada en las zonas exclusivas del festival y de celebridades como Leonardo DiCaprio, Lindsay Lohan, Bradley Cooper, las polémicas mujeres de la familia Kardashian, etc., lo que en conclusión, según las declaraciones de algunos en este artículo, diluyó por completo la esencia del festival. 

Desde mi punto de vista, cada festival va adquiriendo y trasformando su esencia. Es un poco pretencioso decir que Coachella está arruinado, cuando es uno de los eventos más exitosos, a tal punto que ha llegado a tener dos fines de semana con gran afluencia de público. Y si hablamos de famosos, pues siempre han asistido, sólo que ahora lo sabemos por las redes sociales. ¿Que los patrocinan marcas? Igual que antes, sólo que ahora lo sabemos. ¿O sólo por ser DiCaprio tienes prohibido ir a un concierto? No lo creo. 

En una conversación con Philippe Siegenthaler, uno de los organizadores del festival musical Estéreo Picnic, que se realiza desde 2010 en Bogotá, hablaba de que un festival más allá de la música, debe de ofrecerle a su público experiencias, pues debe de tener algo adicional a sólo asistir al concierto de su artista de preferencia. 

Y debo decir que estoy de acuerdo, pues creo que es un plus de este festival colombiano, por eso su lema 'Un mundo distinto'. Sin embargo, también existen festivales que más que depender de un patrocinador o querer llenarse los bolsillos, buscan brindar un espacio a sus agrupaciones locales, para dar a conocer nuevos talentos; esa es su esencia y también es válida. 

Afortunadamente tenemos de dónde escoger, si gastar, si no gastar, si estar junto a Leonardo DiCaprio o asistir con amigos a un recital no tan concurrido, pero de tu entero gusto musical.